24. Metalarte. 1965-1974
Tras fundar la fábrica familiar Construcciones Riera, Antonio Riera Clariana creó un taller de metalistería en 1932, al que denominó Metall Arts, con el que cubrir aquellos encargos más exigentes que le solicitaban los arquitectos de la época.
Una vez finalizada la Guerra Civil, bajo la dirección de sus hijos, Carlos y Antonio Riera Cortés, Metal Artes empieza a producir y comercializar modelos propios de utensilios domésticos y lámparas, la primera de las cuales, en 1942, se llamó Nº 1.
Durante los años cincuenta, en pleno furor del diseño escandinavo, Antonio Riera Cortés viaja al norte de Europa, importando al mercado nacional muchas de las ideas que allí descubre.
En 1965, después de una década en que se convierte en un referente para el sector de la iluminación, la empresa abre una sede de 7.000 m2 en Sant Joan Despí. Además, cambia su nombre por el de Metalarte e introduce una identidad corporativa diseñada por Josep Baqués.
La primera lámpara de un autor reconocido que produjo Metalarte fue la Swing Arm de George W. Hansen, a finales de los sesenta, que inmediatamente se transformó en un éxito de ventas. Unos años más tarde, en 1970, sacó al mercado otra luminaria que devino legendaria, la Tatu, de un joven André Ricard. La extensa colaboración con Ricard cambió por completo la empresa, que dejó de producir exclusivamente modelos propios para ser una verdadera editora de diseño, como atestigua la célebre lámpara Calder de Enric Franch, de 1974, primera pieza diseñada en España que formó parte de la colección permanente del MoMA.